El Infierno Verde

Con su sólo pronunciar su nombre a varios pilotos de la Fórmula 1 les corría un sudor frío por la espalda. Les pasaba tanto a los más experimentados como a los novatos. Esto era lo que causaba el viejo autódromo de Nürburgring (Alemania), que con su extensión de 22,8 kilómetros, varias curvas que no perdonaban el mínimo error y con un clima distinto en diferentes sectores del circuito, lo convirtieron durante 25 años en el trazado que más respeto imponía en el mundillo de la categoría más importante del mundo. A raíz de las cada vez más necesarias medidas de seguridad y por la aparición de la televisión, tuvo que construirse una pista más corta, que es la a se utiliza en la actualidad. Ese fue el nacimiento del mito del Nordschlife.

A principios de la década del 20, en Alemania existía la categoría ADAC Eifelrennen, que empezó a tener inconvenientes para correr por los caminos del monte Eifel. Siguiendo los ejemplos de Monza y AVUS en Berlín se propuso la construcción de un circuito, que comenzó en 1925. Se inauguró en 1927 y también se concibió como lugar de pruebas para que sea usada por la creciente industria automotriz germana.

Estaba formado por dos secciones: la Sur (Sürdschleife) de 7,5 kilómetros y la Norte (Nordschleife) de 22,8 kilómetros, que fue la sede del Gran Premios de Alemania durante más de dos décadas. Fue calificado por el escocés Jackie Stewart, uno de los opositores más fuertes, pero también uno de los más ganadores, como Infierno Verde, debido a su peligrosidad y por estar ubicado en una zona boscosa.

En total fallecieron 7 pilotos. El primero fue Čeněk Junek en 1928. En esta lista negra figura el nombre del argentino Onofre Marimón, que murió en un accidente durante la clasificación del Gran Premio de 1954, convirtiéndose en el primer corredor de F1 en morir en el Infierno Verde. Fangio ganó en esa carrera y, por supuesto, no festejó. Froilan González, por su parte, decidió abandonar. La última victima fue Herbert Müller a bordo de un sportcar en 1981.

El primer campeonato internacional que llegó fue el Mundial de Motociclismo en 1927 y recién en 1951 arribó la F1. Allí supieron ganar las más grandes luminarias de la época dorada de la F1 como Juan Manuel Fangio o Alberto Ascari, convirtiéndose rápidamente en Ringmasters (Maestros del Circuito), apodo que se ganaban aquellos que lograban dominar las más de 150 intrincadas curvas del Nordschleife. Otros pilotos destacados en el período pre Fórmula 1 fueron Rodolf Caracciola, Tazio Nuvolari y Bernard Rosemeyer.

El circo de la F1 se paseaba una vez al año por Nürburgring, pero cada vez se hacía más riesgoso. La velocidad de los autos iba en aumento y las condiciones de seguridad ya no eran tan efectivas. «Cada vez que completabas una vuelta en Nürburgring y hacías una vuelta rápida, simplemente dadas gracias por conseguir volver», dijo alguna vez Steward. A raíz de estos inconvenientes, el Gran Premio teutón se trasladó a Hockeheim mientras se realizaban las remodelaciones, que fueron útiles por poco tiempo. La gota que rebalsó el vaso fue el accidente que sufrió Niki Lauda en 1976 en el que casi pierde la vida y le dejó secuelas de por vida por culpa de las graves quemaduras que sufrió. Paradójicamente Lauda intentó boicotear la carrera, pero no obtuvo respuesta del resto de los competidores.

Ya con el nuevo trazado de tan sólo 4,5 kilómetros de distancia, que comparado con el Nordschleife parece una pista de karting, la Fórmula 1 se instaló definitivamente para celebrar, según la ocasión, el Gran Premio de Alemania, Gran Premio de Europa o Gran Premio de Luxemburgo, estás dos últimas como ardid para que en suelo germano haya dos competencias en el mismo año.

La gigantesca sección norte, que le aportó una pequeña parte al nuevo circuito, no quedó en desuso. En la actualidad se convirtió en un templo sagrado para los amantes de la velocidad, que por 18 euros tienen derecho a andar por su asfalto y tomar las famosas curvas Caracciola Karussell o Flugplatz (campo de aire) como lo hacían los leyendarios corredores en la primera mitad del siglo pasado. Los dueños del autódromo no dan datos oficiales, pero según la policía local, al año mueren en accidentes entre 3 y 12 personas. Además existen los llamados Taxi Ring, que son conductores avezados que llevan hasta 3 pasajeros a recorrer la riesgosa pista, incluida en muchos video juegos. Los más renombrados son Zakspeed Visper, ganador 3 veces de las 24 horas de Nürburgring y Sabine Schmitz, que para el programa Top Gear de la BBC hizo 10:08 a bordo de una furgoneta.

Continúa siendo sede para la prueba de prototipos antes de salir a la venta y todavía se compite, aunque con no tanta frecuencia como antes. La más famosa son las 24 horas de Nürburgring, que suele disputarse entre mayo y julio. Esta es una prueba reservada para autos de Turismo, con la particularidad de que cualquier persona puede inscribirse en la carrera. El cupo es de 220 coches y largan en 3 tandas para evitar los embotellamientos.

En 2007 se produjo un momento histórico. Luego de 31 años un Fórmula 1 volvió a recorrer el Nordschleife durante una exhibición organizada por BMW, que reunió a más de 45.000 personas. El alemán Nick Heifield fue el encargado de pilotear el modelo 2006 durante 3 vueltas, marcando su mejor registro en 8:34 en el segundo giro. Estuvo lejos del récord de 6:11 que estableció Stefan Bellof en 1984 en un Porche 956.

Uno de los tantos mitos que rodean a este monstro es que durante la noche unos duendes se encargan de pintar en el asfalto marcando los puntos de ataque en las curvas y así facilitar el manejo a los conductores, que se acercan por miles durante todo el año. Pero con leyendas o sin ellas, lo cierto es que la sección norte de Nürburgring, y a pesar de su retiro obligado, sigue siendo un punto de referencia para los amantes de la velocidad en todo el mundo.

Foto 1: Mapa del Nordschlife (Wikipedia)
Foto 2: Nick Heifield durante la exhibición en 2007.

GP de Alemania 1975 (Vuelta completa)

Vuelta completa al Nordschleife (1967)

Links Relacionados/Fuentes
El infierno verde del viejo Nurburgring (Diario As)
Nürburgring: el infierno verde (Tinta Digital)
Página oficial del circuito (Inglés/Alemán)
Wikipedia (Inglés)
El Nordschlife en Google Maps

Fútbol diplomático

Las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 mostraron nuevamente de lo que es capaz una pelota. En distintos puntos del globo, dos encuentros unieron a dos nacionales políticamente divididas hace mucho tiempo. Es cierto que esto tiene un tinte idílico y que muchas veces es usado por los dirigentes como frase hecha. Sin embargo, en esta ocasión fue cierto. Por un lado se reunieron los presidentes de Turquía y Armenia; por el otro Estados Unidos visitó a Cuba.

La fecha inaugural del clasificatorio europeo indicaba que por el Grupo 5 los turcos debían debutar en un terreno extremadamente hostil para ellos como lo es Ereván, la capital armenia. Esto se debe porque ambos estados no tienen ningún tipo de relación diplomática a raíz de la matanza de armenios a manos de los turcos/otomanos en 1915, para muchos el primer genocidio del Siglo XX y que, se estima, dejó alrededor de 1 millón de muertos.

Ambas naciones nunca se pusieron de acuerdo en este punto. Mientras Armenia llama a esta matanza «Genocidio Turco», Turquía afirma que la cantidad de fallecidos es mucho menor y que fueron victimas de una guerra civil y de la inestabilidad que se vivía en ese momento. Principalmente por este hecho las relaciones entre lo países es nula. Además, la frontera que los separa geográficamente esta cerrada desde 1993, cuando Armenia, ex integrante de la URSS, recuperó a la fuerza el territorio de Nagorno Karabaj, que se encontraba en poder de Azerbaiyán, aliado estratégico de Turquía.

Aprovechando el encuentro entre las selecciones, que nunca se habían enfrentado, el presidente turco Abdulá Gul realizó una visita oficial a suelo armenio. Fue la primera vez que un presidente turco visitó Armenia desde su independencia en 1991.

Por supuesto que además de observar el partido, que fue para los visitantes por 2-0, tanto Serge Sarkissian, máximo mandatario armenio, como Gul tuvieron un encuentro que duró alrededor de 1 hora. Oficialmente no se informó sobre que temas trataron. Se cree que hablaron sobre comercio bilateral, la actual situación en el Cáucaso y la iniciativa para formar una comisión bipartita para llegar a una conclusión en común sobre la situación que los divide.

Al respecto muchos fueron los analistas de política internacional que afirmaron que serán pocos los progresos tras esta reunión, pero afirman que este fue un paso fundamental para apaciguar las aguas entre las dos naciones. Sin embargo, el cónclave no cayó demasiado bien para muchos turcos. El resultado de una encuesta mostró que el 60 por ciento de los consultados estuvo en contra de la visita de Gul a Armenia.

Como no podía ser de otra manera la tirante relación existente se hizo latente en el estadio, que contó con la presencia de 5.000 turcos, que viajaron para alentar a su equipo gracias a una visa especial. Gul, al igual que sus compatriotas que protagonizaron el juego, fue recibido con silbidos por el público local y a través de banderas se pidió que se reconozca al Genocidio Turco.

Casi dentro de 1 año, más precisamente el 14 de octubre de 2009, volverán a verse las caras el cierre de la ronda de grupos de las Eliminatorias de Europa. Esta vez jugarán en Turquía y seguramente la expectativa estará puesta como será el recibimiento del público en un estadio como el de Ankara, conocido como el Infierno Turco por lo excesivamente apasionado que son los hinchas.

El Tío Sam llega a Cuba
La situación era extraña. Ver varias banderas de Estados Unidos flameando en La Habana no es una imagen habitual. El responsable que ocurriera fue el fútbol. Después de 61 años una selección mayor estadounidense visitó a la isla caribeña. Aquella vez fue en 1947 y los cubanos ganaron 5-2. En el medio se vieron muchas veces, pero siempre fueron en terreno neutral o en Estados Unidos. Un antecedente reciente fue en los Juegos Panamericanos de La Habana en 1991, pero en esa era una competencia sub-21.

Aunque el fútbol en Cuba no es un deporte que en la preferencia del público está muy por debajo del beisbol, el encuentro generó repercusión, en especial por la cuestión política. Es por eso que prácticamente no hubo hinchas llegados desde Estados Unidos, aunque hubo un reducido grupo que pudo ingresar a estadio Pedro Marrero.

Para este encuentro se hizo una excepción y con un visado especial pudieron entrar algunos medios estadounidenses para realizar la cobertura como fue el caso de New York Times, Washington Post, Sports Illustraited e ESPN, que fue la encargada de la trasmisión televisiva. Uno de los que no pudo entrar, y no hubo ningún tipo de prerrogativa, fue el Miami Herald, que desde hace más de 40 años tiene su ingreso vedado a la isla.

«Obviamente que es una situación única en toda la historia», le dijo Sunil Gulati, presidente de la US Soccer, al matutino New York Times antes del duelo correspondiente a la fase que definirá a los 6 clasificados al hexagonal final. «Meses atrás comenzamos a trabajar con el Comité Olímpico estadounidense. Fueron días de mucho papeleo  pero finalmente el viaje será normal», agregó Gulati, quién también expresó en la misma entrevista que «no creo que estas cosas pierdan a los jugadores. Ellos entienden la naturaleza de nuestras relaciones con Cuba, pero están focalizados en un parte diferente del viaje y de asegurarse los 3 puntos».

A pesar del ya histórico enfrentamiento ideológico y político entre Estados Unidos y Cuba, los jugadores visitantes fueron bien acogidos y en ningún momento sufrieron hostigamientos por parte de los isleños. Las complicaciones vinieron por otro lado. El campo no estaba en condiciones óptimas, la iluminación no era la mejor y, además, se jugó bajo la amenaza del huracán Iker. Todo esto influyó en el desarrollo del partido, pero no impidió que los estadounidenses ganaran 1-0.

Volverán a cruzarse el 11 de octubre en Washington DC en el choque de vuelta. Seguramente aquí la atención estará puesta en los jugadores cubanos, viendo si alguno, o varios, deciden desertar, tal como sucedió en el Preolímpico para Beijing 2008 cuando prácticamente medio plantel de la sub-23 abandonó la concentración. «Cuba jugó muchas veces en Estados Unidos y tuvieron problemas. Pero nosotros no podemos controlar eso», expresó Gulati.

Suena trillado y a veces cansa un poco, pero de no deja de ser cierto: muchas veces una simple pelota con 11 jugadores en cada lado logra unir posiciones antagonistas Estos son sólo dos ejemplos de los miles que existen, con la particularidad que se dieron el mismo día.

Foto 1: Encuentro histórico entre el presidente de Turquía (izq.) y Armenia (der.) (Clarín).
Foto 2: Grupo de hinchas estadounidenses de «incognito» en el partido que su selección jugó ante Cuba en La Habana (The New York Times). Fotos en las tribunas (TicEsport)
Links relacionados/Fuentes
El fútbol reunió por primera vez a los presidentes de Turquía y Armenia (Clarín)
Can Soccer Heal Turkey-Armenia Rift? (Time)
Cuba-Estados Unidos Blog (Sports Illustreited)
For U.S., a Triumphant Return to Cuba (New York Time)