De la gloria al olvido

El nombre de Mary Terán de Weiss inmediatamente se lo relaciona con el estadio del Parque Roca, lugar en donde el equipo argentino de Copa Davis suele jugar de local. Esa cancha es un homenaje a una de las grandes tenistas argentinas y fue considerada la mejor hasta la aparición de Gabriela Sabatini. A pesar de sus destacados logros, tanto en el país como en el exterior, en vida nunca tuvo el merecido reconocimiento. Vivió en el ostracismo hasta que un día se suicidó.

Durante casi una década Terán de Weiss era una de las dominadoras del ránking nacional. Fue número 1 en 1941, 1944, 1946, 1947 y 1948. A fuerza de drives y un buen juego desde la línea de base, se ganó un lugar destacado en un mundo mayoritariamente masculino. Esto le permitió ser una de las figuras de la época pre Vilas junto con Felisa Piedraola, compañera de ruta y con quien tenía un enfrentamiento ideológico, Héctor Etchart, Alejo Russell y Enrique Morea, presidente honorario de la Asociación Argentina (AAT).

Junto a su marido, Harold Weiss, capitán de Copa Davis e hijo de Gottlob Weiss, lateral derecho del histórico Alumni, nunca escondieron su simpatía hacía el peronismo. Por eso a ambos era habitual verlos entre los invitados a las reuniones que Juan Domingo Perón solía mantener con deportistas argentinos.

La vinculación con el movimiento nacido el 17 de octubre de 1945 llegó al pico máximo cuando en 1952 Terán de Weiss y su esposo se hicieron cargo del Ateneo Deportivo Eva Perón, que tenía el objetivo de difundir el tenis entre las clases trabajadoras y, sobre todo, entre las mujeres, que iban ganando un lugar dentro de la sociedad. Previamente había trabajado como asesora deportiva en el Municipio de la Ciudad de Buenos Aires junto a Juan Manuel Fangio.

La relación con Perón siempre fue muy cercana, al punto que se llegó a decir que el líder justicialista le había pedido matrimonio a la rosarina poco tiempo después que Eva Perón falleciera. Terán de Weiss, que casi al mismo tiempo había enviudado, rechazó el ofrecimiento. Según el periodista Roberto Anderssen, intimo amigo de quien ganará 3 medallas en los Juegos Panamericano de Buenos Aires 1951, ella le dijo a Perón que se negaba porque «no tengo fibra política, no soy Evita y no puedo subirme a una tribuna a hablar. Usted necesita una compañera de fuste a su lado».

Pero en una entrevista que Perón dio en Puerta de Hierro, lugar en donde residía en Madrid, y que se encuentra en el Museo Evita niega que esto haya sucedido: «¡Me inventaron dos romances también! Y ambos son falsos. Uno con la tenista María de Weiss, que era una señora muy bien y de una familia muy bien en todos los sentidos. Era un pobre muchacha a la que no dejaban surgir como tenista. Y nosotros la ayudamos para que fuera a Inglaterra a participar en los Campeonatos de Wimbledon. Mas tarde, cuando murió su marido como estaba en mala situación económica, nosotros le ayudamos como buenos amigos. De manera que todo lo que dijeron es mentira. La mujer no tuvo nada que ver conmigo. Son cosas que inventa la gente con fines denigratorios».

Durante esa época en lo deportivo todo era felicidad. La jugadora surgida del  Club Atlético del Rosario les jugaba de igual a igual y les ganaba a las mejores de la época. Tan sólo no pudo con Althea Gibson, la estadounidense que fue la primera negra en alzarse con la corona de Wimbledon y que también es considerada una de las grandes de todos los tiempos. El logro más importante de la argentina fue haberse quedado con el Wimbledon Plate, certamen el cual disputaban las jugadoras que iban perdiendo en el cuadro principal del tradicional campeonato inglés. «Mary Terán, una de los 20 mejores jugadoras del mundo y amiga de Perón», destacaba al otro día del triunfo en La Catedral el diario francés France Dinamiche.

La vida de Terán de Weiss cambió violentamente aquel fatídico 16 de septiembre de 1955, día que la nacida el 29 de enero de 1918 solía calificar como el peor de la historia argentina. Mientras disputaba una de las semifinales del Abierto de Alemania, la autodenominada Revolución Libertadora derrocaba al gobierno democrático de Perón. La dictadura que en un principio fue dirigida por Eduardo Lonardi, creó la Comisión 49, que se encargó de investigar a los deportistas que se vincularon con el peronismo. Desde ya que Terán de Weiss fue uno de los casos a los cuales más atención le prestaron.

Desde la AAT enviaron una carta a la Federación Internacional (ITF) pidiendo su suspensión porque la acusaban de profesionalismo, algo prohibido en ese momento. La entidad con sede en Londres no dio a lugar al pedido. Al mismo tiempo la policía ingresó a su casa e incautaron sus bienes, comenzado una persecución que duraría varios años. Forzada por la situación, la jugadora que supo representar al Buenos Aires Lawn Tennis Club se tuvo que radicar en España, en donde siguió acumulando éxitos, que eran omitidos por la prensa argentina. Por supuesto que durante su extradición no era raro verla visitando Puerta de Hierro.

Recién volvió a Argentina en 1959 con la presidencia de Arturo Frondizi. En 1963, de la mano de Antonio Vespucio Liberti, River Plate le abrió sus puertas para que sea una de las integrantes del equipo que iba a participar en el torneo interclubes. Finalmente el campeonato fue cancelado. Sus rivales no la querían enfrentar aduciendo que ella no podía competir por tener nacionalidad española.

Pero Terán de Weiss siempre creyó que por detrás había otras razones que se relacionaban con sus ideales políticos. «Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución, alentada por el inconfesable deseo de evitar que vuelva a los primeros planos de mi deporte favorito. Hay ciertos detractores actuales que en su oportunidad se complacieron recibiendo aquello mismo que hoy rechazan», escribió en una carta abierta publicada en El Gráfico del 22 de junio de 1964. Para no perjudicar más a River Plate decidió retirarse y dedicarse al golf, actividad con la cual se fanatizó. También abrió un local deportivo en la avenida Córdoba. Lentamente la figura de Mary Terán de Weiss fue cayendo en el olvido.

Un ejemplo de como se la relegó un lugar secundario ocurrió en 1980, cuando la Fundación Konex decidió entregar con el apoyo del Circulo de Periodistas Deportivos y del Municipio porteño, encabezado en ese momento por Osvaldo Cacciatore, un reconocimiento a los 5 mejores deportistas de cada actividad como parte de los festejos por el IV Centenario de Buenos Aires. Terán de Weiss no fue incluida a pesar de todos sus logros y de su récord de casi 1.1000 partidos disputados a nivel internacional entre singles, doble y doble mixtos. Los únicos reconocimientos que recibía eran prácticamente en la clandestinidad por parte de algunos grupos peronistas vinculados al deporte, pero no mucho más.

Deprimida y sola se había instalado en Mar del Plata tras la muerte de Goyita, su madre, perdida que nunca pudo asimilar del todo. El sábado 8 de diciembre de 1984 se tiró desde su departamento ubicado en un séptimo piso y terminó con el calvario a los 66 años. «Ella inició una escuela de tenis para chicos que no estaban en condiciones de adquirir raquetas y equipos, y esos elementos le eran proporcionados por medio de la Fundación Evita. El tenis siempre había sido para gente encumbrada y los de la elite no le perdonaron haberlo llevado a nivel del pueblo», dijo en su momento Alfredo Terán, su hermano.

El reconocimiento tardó en llegar, pero finalmente en 2007 el estadio más grande y más nuevo con el que cuenta el tenis argentino recibió su nombre. También desde 2006 se entregan los premios «Dignidad Deportiva Mary Terán de Weiss». Aunque tardíos, son justos los reconocimientos para esta visionaria que no sólo intentó sacar el tenis de los círculos elitistas habituales, sino también fue una de las primeras mujeres en Argentina en hacerse un nombre en el deporte. Sin dudas, contribuyó al primer intento de popularizar este deporte que hoy es masivo.

Foto 1: Mary Terán de Weis en Wimbledon (Blog goliardo-argentino).
Foto 2: Imagen del estadio del Parque Roca que homenajea a la tenista rosarina durante un partido de Copa Davis.

Fuentes/Links relacionados
Historia Política del Deporte Argentino (1610-2002) de Víctor Lupo
Mary Terán de Weiss: ¿Cautiva el deporte o mujer política?

El libro que faltaba (ahora completo)

Previo a los Juegos Olímpicos Eduardo Cantaro había saldado una deuda histórica que tenía el fútbol con su torneo Olímpico editando su libro 100 años de Fútbol Olímpico. Para que la historia quede completa, por lo menos hasta el 2012, el periodista se encargó de plasmar en el apéndice lo ocurrido en Beijing 2008, en donde Argentina se retuvo la medalla de oro ganada en Atenas 2004 y batió el récord de Uruguay en cuando a la cantidad de partidos invictos dentro de este centenario torneo.
Al igual que en la primera parte, hay estadísticas, resultados y datos curiosos de todo lo sucedido en los casi 15 días que duraron las competencias de fútbol en hombres y en mujeres. Para aquellos que deseen conseguir el libro deben contactarse con el autor a través de su blog o en la librería la Vidriera del Libro, Corrientes 753.

Link relancionado: Para cerrar la historia