Hace unas semanas atrás se había publicado un post con varios casos de equipos que se habían ganado un lugar destacado a fuerza de derrotas. Allí se podían encontrar, entro otros, a la selección de rugby de Mónaco, a Los Angeles Clippers de la NBA o el team Minardi de Fórmula 1. Esta segunda y última parte se centrará en deportistas que llegaron a la gloria por ser los últimos y que tiraron por la borda aquella frase hecha y sin sentido que afirma que lo único que importa es ganar.
Eddie ‘The Eagle’ Edwards (Salto en ski)
Una leyenda olímpica sin medallas. (BBC)
Matti Nykänen había llegado a la cima de su carrera en el saltó en ski durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988. El finés consiguió el oro en la especialidades de 90 y 70 metros y en la prueba por equipos. Lo que en una situación normal lo hubiera convertido en una celebridad esta vez no fue así. Quedó opacado por el ignoto Eddie Edwards, un británico al que apodaban irónicamente “The Eagle” (El Águila), que terminó último con marcas irrisorias para este nivel de competencia. Para tener una idea Nykänen tuvo como mejor registro 118 metros, mientras que lo más lejos que llegó Edwards fue 59 metros.
Edwards trabajaba como albañil y paralelamente practicaba ski. Falló en la clasificación a Sarajevo 1984 y para tener más chances se cambió al salto con ski, un deporte de mucho arraigo en las naciones nórdicas, en especial en Finlandia, pero inexistente en Gran Bretaña, por lo que se convirtió en el único saltador del país. Aprovechándose de un agujero reglamentario pudo ir los Juegos Olímpicos casi sin competencias oficiales en su haber.
Al conocer su historia, por su particular estilo de saltar (cuando estaba en el aire movía las manos como si aleteara) y por su inocultable miopía, que le valió el apodo de Mister Magoo, el público y los medios se encariñaron con Edwards, quien rápidamente se transformó en una estrella de talla internacional. Fue tal la repercusión que durante el discurso de la Ceremonia de Clausura en Calgary fue mencionado por Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, siendo el único atleta en la historia del olimpismo al que se hizo referencia en un cierre de unos Juegos Olímpicos. El estadio completo coreó su nombre.
Especialmente en Finlandia causó furor. Sin saber hablar finlandés Edwards grabó dos canciones en este idioma que rápidamente se convirtieron en hits. Entre otras cosas apareció (y aparece) en infinidades de programas de televisión, editó un libro con su biografía y condujo un programa de radio. Además se estableció una nueva regla para la clasificación a los Juegos Olímpicos que se conoce como La Regla del Águila, que le impidió a Edwards llegar a Albertville 92, Lillehammer 94 y Nagano 98.
Su figura todavía sigue siendo recordada. En 2008 con motivo de la celebración de los 20 años de aquellos Juegos Olímpicos en Calgary Edwards fue uno de los homenajeados por la organización y este año portó la antorcha olímpica que iba destino a Vancouver. Para cerrar el círculo la historia será llevada al cine. Edwards será interpretado por Rupert Grint, quien saltó a la fama por su papel de Ron Weasley en la saga de Harry Potter.
¿Qué pasó con Mykänen? Si no fuera por los escándalos relacionados con drogas y alcohol probablemente nadie se acordaría de él.
Eric Moussambani (Natación)
Moussambani fue una estrella en Sydney.
Serio candidato a arrebatarle la corona de contra leyenda olímpica a Edwards. La imagen de Moussambani nadando los 100 metros en absoluta soledad tiene un lugar importante en la galería de momentos memorables de los Juegos Olímpicos. Gracias a una invitación hecha por el Comité Olímpico Internacional, que buscaba darle más oportunidades a naciones pequeñas, Moussambani llegó desde Guinea Ecuatorial hasta Sydney con 8 meses de entrenamiento sobre sus espaldas y sin registros de competencia oficial.
Al no tener marca fue emparejado en la primera manga clasificatoria con un nadador de Nigeria y otro de Tayikistán, descalificados por partir en falso. Moussambani quedó como único competidor frente a la inmensidad de un estadio olímpico. Luego confesó que le parecía tan grande la pileta que pensó que no tenía que hacer el recorrido ida y vuelta. Se tiró al agua y como pudo empezó a bracear. Entre aplausos del público, que en un principio lo ignoró, y algunas burlas completó el recorrido en 1:52.72, el doble de tiempo que tardaron los nadadores más rápidos y más del tiempo normal en los 200 metros. “Los últimos 15 metros fueron muy difíciles”, reconoció ante los medios cuando ya era una estrella.
Luego de su actuación Moussambani dejó de ser un perfecto desconocido para pasar a ser una de las personalidades más nombradas durante los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, inclusive opacando a varios ganadores de medallas. Firmó un contrató con la marca de mallas Speedo, que, entre otros, viste a Michael Pelphs, que le prometía un lugar de entrenamiento en Florida. Todavía esta esperando que cumplan con lo pactado. En 2001 en Inglaterra lo invitaron a la premiación de la personalidad deportiva del año y fue uno de los más solicitados por los fotógrafos.
Lo que sucedió con Moussambani después de su actuación en Australia es un misterio. Lo único que se supo es que había logrado la clasificación para Atenas 2004, pero por un error con el pasaporte por parte de la Federación de Guinea Ecuatorial no pudo participar. Según parece se estuvo preparando para Beijing 2008, aunque no hubo ningún tipo de rastros sobre su paradero en la capital china.
Philip Boit (Cross Country)
Un keniata en la nieve. (Getty Images)
Otro que llegó desde un sitio exótico para los deportes de invierno. Nacido en Kenia Boit, como muchos de sus compatriotas, comenzó en el deporte siendo un medio fondista, aunque con marcas muy discretas para un medio tan competitivo como lo es el keniata. Su ingresó al mundo del cross country se dio sin quererlo. Nike, en una clara una movida publicitaria, en 1996 se asoció con el Comité Olímpico de Kenia para desarrollar las actividades invernales en el país en donde la temperatura media alcanza los 28 grados. Boit y Henry Bitok, otro corredor de registros pobres, fueron los seleccionados para empezar con la aventura.
Ambos partieron a Finlandia para comenzar los entrenamientos y para familiarizarse con algo que les era ajeno como la nieve y el frío. La empresa estadounidense se hizo cargo de todos los gastos, entre los que se incluía el equipamiento, los lugares de práctica y el sueldo de los entrenadores y de los deportistas. Se estima que en total el proyecto ascendía a 250.000 dólares. Dos años más tarde, y para sorpresa de todos, Boit consiguió la clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano 98, cosa que Bitok no logró.
Mezclado entre tanto nórdico Boit se hizo notar. No así en la pista, en donde mostró muchas limitaciones lógicas y culminó en la última colocación de esta prueba en la que hay que recorrer un circuito de 10 kilómetros. Terminó a 20 minutos del ganador Bjork Daehlie. El noruego, con un impresionante palmarés en el que se destacan 8 medallas olímpicas, en un gesto que lo enaltece esperó al keniata en la meta para saludarlo y felicitarlo por el esfuerzo realizado.
Quizás porque el proyecto no funcionó como se esperaba Nike dejó de apoyar a Boit. Este no bajó los brazos y siguió practicando el cross country, sosteniéndose la carrera. Se convirtió en un habitué de las etapas de la Copa del Mundo y en los Mundiales. También tuvo presencia perfecta en los Juegos Olímpicos invernales. Como único representante de Kenia estuvo en Salt Lake City 2002 y Turín 2006. Eso si, siempre culminando en las últimas posiciones.
Boit ya con 38 años ve que de cerca el retiro y todo parece indicar que Vancouver 2010 será su despedida olímpica. “Quiero terminar mi carrera en una posición respetable antes de considerar el retiro. Mis resultados pasados no han sido muy buenos, pero estoy decidido a cambiar esta situación en Vancouver”, dijo el keniata.
Sin jamás haberse subido a un podio Boit ya se ganó un lugar en la historia olímpica, un sitio reservado para muy pocos deportistas.
Fuentes/Links relacionados
Every Olympics needs an Eddie (BBC)
Best & Worst: Michael ‘Eddie The Eagle’ Edwards (The Times)
Apariciones televisivas de Eddie “The Eagle” Edwards (IMDB)
The ten worst Olympians: loveable losers from the Games (The Independent)
Qué fue de… Moussambani (Web de los deportistas olvidados)
La obligación de un aprendiz (La Nación)
Sport stars turn out for Awards (BBC)
Eric Moussambani (Dame Pelota)
Efecto Moussambani en los Juegos de Vancouver (La Vanguardia)
Just Do It? Just Let Them Be (The Washington Post)
Perfíl de Philip Boit (Federación Internacional de Ski)
Perfíl de Philip Boit (Federación Internacional de Atletismo)
Una larga lista de olvidadados (El Mundo)
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Excelentes historias, muy tristes algunas reacciones que se vivieron en cada uno de los momentos, las cuales se ven refeljadas en algunos comentarios de los videos que posteaste.
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